domingo, 11 de julio de 2010

trato de escribir una monografía:
soy el sujeto más horrible que pisó esta casa en meses, años, quién sabe. mi pelo, mi cara, el estado de los hongos en mi piel. no se me cae una idea. ayer invertí una tarde de sol en la biblioteca del congreso. me olía todo el tiempo el olor a chivo, pero agus decía que estaba más linda que nunca, más punk que nunca. lo hacía para hacerme sentir bien porque soy su amiga más superficial entonces cree/sabe que esas son las fórmulas para levantarme el ánimo. leí a agamben, a la capra, cosas sobre el holocausto, sobre el problema de llamarlo así, trato de escribir sobre dos novelas que no se parecen en nada, una es un policial horripilante, la otra es horripilante y no es un policial, bien, ahí habría un punto de contacto, pero no, no sirve, es superficial. sólo se me ocurren ideas superficiales. desde ayer como carne recalentada de comidas a las que fui invitada pero no pude ir. por esta monografía que debo/quiero?/tengo que entregar mañana a las siete de la tarde. santi sale de la casa con tapers y los trae llenos, le digo que es un cazador. hoy salió muy abrigado a comer cordero en lo de su papá, que por cierto se cruzó con los padres de mi ex quienes le dijeron que soy una buena chica. salió de casa muy abrigado porque afuera hay un viento de locos, o no lo hay, pero yo escucho así sobredimensionado por el pulmón profundo que hay en este edificio, la correntada hace sonidos tremendos, me hace pensar que afuera hay un temporal, un bosque destruyéndose.
ayer tomamos con agus un café, que era casi agua, de una máquina que hay en la entrada de la biblioteca. agus trató de ayudarme a pensar ideas para esta monografía pero terminó concluyendo, al igual que yo, que es imposible cruzar estas novelas, todo lo que haga será una paparruchada y lo peor parece ser que eso es lo que quieren que haga. agus dijo que la carrera de letras tenía eso de "coctelera". después caminamos una cuadra por corrientes, pensando ideas para vengarnos de la universidad, de esa forma que tienen de llenar nuestro cerebro de recursos inmundos que hacen que podamos decir tantas estupideces y hacerlas parecer algo serio.